CPT presentó el monitoreo realizado en el capítulo “niñez y adolescencia bajo cuidado y custodia del Estado” del Tercer Informe Anual 2023 a adolescentes y jóvenes privados de libertad en Limache

El pasado miércoles 28 de febrero, el área de Niñez y Adolescencia del Comité para la Prevención de la Tortura, explicó la labor de monitero que realizó a los recintos de justicia juvenil en su capítulo en el Tercer Informe Anual 2023 a los jóvenes privados de libertad en los Centro de Internación Provisoria (CIP) y Centro de Cumplimiento de Régimen Cerrado (CRC) de Limache. La presentación estuvo a cargo del experto de Niñez y Adolescencia del CPT, Francisco Maffioletti, y las analistas de contenido del área, Loreto Adrian y María Rosario Beltrán.

La instancia se desarrolló a través de una actividad participativa con los jóvenes privados de libertad, enfocándose en la promoción de la defensa de sus derechos humanos durante la permanencia en los CIP-CRC.

A la presentación del capítulo fueron invitados dos grupos de 15 jóvenes privados de libertad en los CIP-CRC de Limache, con quienes se trabajó la totalidad de la jornada. También participaron algunas autoridades, entre ellas, la Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez Huenchuleo y representantes sectoriales a nivel regional.

La jornada tuvo como foco principal el trabajo con los jóvenes privados de libertad, con el fin de reforzar la educación y cumplimiento de sus derechos en los Centros de Justicia Juvenil y, de esta manera, prevenir los tratos crueles, inhumanos y/o degradantes. El diálogo con los adolescentes que cumplen una medida o sanción privativa de libertad en esos recintos revela un gran hito, puesto que no sólo se trabaja para ellos, sino que también se considera un trabajo en conjunto con los jóvenes y adolescentes en cada visita que se realizó para la elaboración del capítulo de Niñez y Adolescencia en residencias de protección y centros de justicia juvenil en el Tercer Informe Anual del CPT, que será lanzado oficialmente el 15 de marzo en el Salón Auditorio de la Contraloría.

En ese sentido, realizar la actividad de prelanzamiento del capítulo del Tercer Informe Anual del CPT con el público al que va dirigido es una excelente herramienta para la prevención de la tortura. Asimismo, estas instancias le entregan valor al diálogo con los jóvenes privados de libertad, y perseverar el derecho a ser escuchados y a dar su opinión.

Hallazgos: Tercer Informe Anual 2023

Para la realización de dicho informe, entre el 1 de septiembre de 2022 y el 31 de julio de 2023, el CPT realizó 8 visitas a recintos de protección de niños/as y adolescentes y de infracción penal juvenil. En el sistema proteccional (cuidado alternativo), el CPT ha podido observar en algunos casos, regímenes internos altamente restrictivos, relativos a la prohibición del uso de ciertos espacios, o bien, a las formas de vinculación entre pares. Así, el contacto que tienen niñas, niños y adolescentes con su entorno íntimo, o con la comunidad, se ve altamente obstaculizado en muchas de las residencias, lo que redunda en una situación de exclusión respecto a la vida social y cultural.

A su vez, la salud mental aparece como un gran nudo crítico, especialmente en cuanto al acceso a programas de atención para el consumo de drogas. Asimismo, preocupa lo precario que resultan los mecanismos disponibles para que niñas, niños y adolescentes puedan ejercer su derecho a ser oídos y considerados en la toma de decisiones.

Respecto a la transición de SENAME al Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, el CPT reconoce cambios positivos en relación a mayores y mejores procesos de supervisión a los equipos residenciales.

Por otro lado, en lo que respecta a los recintos privativos de libertad (Justicia Juvenil), el CPT advierte con preocupación que en los procesos de ingreso, muchas veces personal de Gendarmería en algunos centros, realizan revisiones corporales que incorporan el desnudamiento parcial o total de adolescentes o jóvenes, junto con la realización de algunos ejercicios físicos, contraviniendo los estándares de derechos humanos y la propia normativa institucional interna.

En cuanto al contacto familiar, el tiempo destinado a las visitas presenciales parece insuficiente, y muy especialmente el que está permitido para el contacto a distancia, que en ningún caso supera los 5 minutos por llamado en una semana.

Es de máxima preocupación la aplicación de sanciones fuera del reglamento por parte de SENAME, que implica un uso excesivo de la medida de rutinas diferenciadas (separación de grupo en los dormitorios) en términos de frecuencia y duración, adquiriendo un matiz de castigo y no de seguridad como debiera ser. Adicionalmente, es de gravedad la toma de conocimiento sobre un habitual uso excesivo de la fuerza en los procedimientos de Gendarmería, principalmente mediante un uso desproporcionado e inadecuado de gases, junto con situaciones de violencia física y verbal fuera del contexto del control de incidentes.

Respecto a la gestión del personal, el principal nudo crítico detectado guarda relación con la falta de una política estructural e integrada de “cuidado de equipos” que permita prevenir el desgaste laboral, cuya falta de abordaje se traduce en un aumento de licencias médicas, rotación y sobrecarga del personal, además de un mayor riesgo para situaciones de malos tratos.

Finalmente, con relación a la implementación del nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil, destacan el desconocimiento y la falta de participación a nivel transversal, tanto de los equipos como de los propios adolescentes y jóvenes.